La inflamación del hígado es una reacción que sucede cuando las células del hígado son atacadas por un microbio o sustancia causante de enfermedades. El hígado es un órgano en el sistema digestivo que ayuda al proceso digestivo y cumple con otras funciones esenciales. Estas funciones incluyen la producción de bilis para ayudar a transformar la comida en energía, la creación de sustancias esenciales como las hormonas, eliminar toxinas de la sangre, incluidas las toxinas de la medicación, alcohol y drogas, y controlar la acumulación de grasa y la producción y liberación de colesterol.
Desinflamar El Hígado De Forma Natural
La palabra hepatitis se refiere a la inflamación del hígado. La mayoría de los tipos de hepatitis son resultado de una infección viral, aunque en algunos casos es provocada por un problema autoinmune en el que el sistema inmune del cuerpo ataca las células del hígado porque no pueden diferenciar entre invasores dañinos y tejido del hígado saludable. El hígado dañado por alcohol, toxinas y ciertos medicamentos pueden resultar en inflamación también. Algunas enfermedades hereditarias pueden causar inflamación y hepatitis junto con una obstrucción prolongada del flujo de bilis. Algunos tipos de inflamación del hígado producen síntomas leves, mientras que otros pueden serio serios o mortales.
Tipos de Hepatitis
Se conocen varios tipos de hepatitis virales, los más conocidos son los llamados hepatitis A, B, C, D y E. Dependiendo del tipo, la hepatitis viral puede transmitirse a través de la comida o de agua contaminada con heces de una persona infectada, a través del contacto con sangre infectada a través de agujas infectadas o transfusiones de sangre contaminadas, a través del contacto sexual con una persona infectada, o de madre a hijo durante el parto.
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La gravedad, tratamiento y consecuencias de la inflamación del hígado depende sobre todo del tipo de hepatitis que tenga. Los síntomas iniciales de la inflamación son parecidos a la gripe, pero con ictericia: decoloración amarillenta de la piel y el blanco de los ojos. Si no se trata, la inflamación del hígado empezará a interferir en la función del hígado y puede conllevar a una enfermedad hepática en etapa terminal o insuficiencia hepática. El daño del hígado causado por cualquier inflamación empeora con el consumo de alcohol. Afortunadamente, existen vacunas que protegen contra la hepatitis A y B, dos causas comunes de la inflamación del hígado.
Hepatitis A
La hepatitis A es causada por una infección con el virus de la hepatitis A (HAV). Este tipo de hepatitis se transmite comúnmente por el consumo de alimentos o agua contaminada por heces de una persona infectada con hepatitis A.
Hepatitis B
La hepatitis B se transmite a través del contacto con fluidos del cuerpo contaminados con el virus de la hepatitis B (HBV) como la sangre, secreciones vaginales o semen. El uso de droga mediante inyecciones, tener sexo con una persona infectada o compartir cuchillas con una persona infectada incrementa el riesgo de tener hepatitis B. El CDC estima que 1.2 millones de personas en los Estados Unidos y 350 millones de personas en todo el mundo viven con esta enfermedad crónica.
Hepatitis C
La hepatitis C viene del virus de hepatitis C (HCV). La hepatitis C se transmite a través del contacto directo con fluidos infectados, normalmente a través del consumo de drogas por vía intravenosa y contacto sexual. El HCV está entre las infecciones virales de sangre más comunes en los estados unidos. Aproximadamente entre el 2.7 y el 3.9 millones de americanos viven actualmente con una forma crónica de esta infección.
Hepatitis D
También llamada hepatitis delta, la hepatitis D, es una enfermedad del hígado grave causada por el virus de la hepatitis D (HDV). El HDV se contrae a través del contacto directo con sangre infectada. La hepatitis D es una forma atípica de hepatitis que solo ocurre junto con la infección de la hepatitis B. El virus de la hepatitis D no puede multiplicarse sin la presencia de hepatitis B. No es muy común en los Estados Unidos.
Hepatitis E
La hepatitis E es una enfermedad que se transmite por agua causada por el virus de la hepatitis E (HEV). La hepatitis E se encuentra principalmente en áreas con un saneamiento deficiente y normalmente es resultado de la ingesta de materia fecal que contaminan los suministros de agua. Esta enfermedad no es muy común en los Estados Unidos. Sin embargo, se han registrado casos de hepatitis E en Oriente medio, Asia, América central y áfrica, según el CDC.
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El hongo Reishi ha demostrado resultados favorables en el tratamiento de la hepatitis, especialmente en casos que no tienen un deterioramiento severo de la función del hígado (Chang & But, 1986). En un estudio de 355 casos de hepatitis B tratado con la píldora Wulingdan, que incluyen el cuerpo del Reishi, el 92.4% de los pacientes dieron resultados positivos (Van et al, 1987).
Tratamiento Para Desinflamar el Hígado Naturalmente
Hongo Reishi
El hongo Reishi que equilibra el sistema inmune, primera opción para todos los problemas autoinmunes, también ayuda a la función del hígado y de la circulación. Es un remedio muy efectivo y puede tomarse a largo plazo. El Reishi ha sido clasificado como la hierba más valorizada en China durante miles de años. El Reishi funciona bien en cualquier programa de curación, como tónico general y como modulador inmune que tiende a calmar los aspectos destructivos del sistema inmune – a veces un estorbo en el tratamiento de problemas de salud crónicos. Al mismo tiempo, el Reishi mejorará la respuesta inmune de donde esté actuando.
Cardo Mariano
El Cardo Mariano se conoce como un tónico hepático. En 1960, científicos alemanes identificaron un grupo colectivo de ingredientes activos llamado silimarina del Cardo Mariano, principalmente de las semillas. La silimarina protege el hígado reforzando las membranas externas de las células del hígado previniendo que las toxinas alcancen las células. La silimarina también estimula la síntesis proteica en las células del hígado, que ayudan a regenerar y reparar el hígado. Los componentes de la silimarina son también antioxidantes, y han demostrado reducir el daño de las células del hígado causadas por el uso repetido de algunos medicamentos recetados. Pueden proteger el hígado del daño del alcohol, cirrosis, hepatitis y contaminantes.
Aceite de Semillas Negras
El Aceite de Semillas Negras mejora la función del hígado y problemas digestivos asociados. Las cualidades cálidas y amargas parecen penetrar en forma de obstrucciones en el cuerpo e instigando a una rápida normalización. Las Semillas Negras tienen un efecto fortificante sin precedentes en el sistema inmune y funciona de otros muchos modos para fomentar una óptima salud y bienestar. Esta singular hierba tiene un estatus legendario y se ha vuelto a utilizar en la medicina occidental. Su eficacia está firmemente respaldada por tres mil años de folklore y los últimos cincuenta años ha habido una cantidad creciente de datos científicos que apoyan las propiedades curativas reconocidas de las Semillas Negras.
Regaliz
En Japón, los físicos utilizan regaliz para tratar la hepatitis B crónica. La Glicirricina interfiere con el antígeno superficial de la hepatitis B y es sinérgico con el interferón contra el virus de la hepatitis A. También se usa a veces para tratar la hepatitis C. Algunas investigaciones han demostrado también que el regaliz ayuda a proteger el hígado del daño producido por la quimioterapia. En dosis bajas, esta hierba estimula al hígado para producir colesterol y segregar bilis. Esto puede ayudar a disminuir los niveles de colesterol.
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Los “Antibióticos Naturales”
La plata coloidal y las capsulas de hoja de olivo pueden ser útiles en casos de hepatitis. Las investigaciones en curso pueden restaurar con el tiempo la plata coloidal a su estatus aceptado como probablemente el agente natural más versátil y efectivo contra las bacterias. Un dato importante es que a las bacterias les resulta casi imposible desarrollar resistencia. Las hojas de olivo funcionan en infecciones virales, bacterianas y de hongos. Un remedio natural increíble que tiene otros beneficios como efectos antioxidantes y pueden ser útiles para la circulación.
Oxígeno de Zell
El Oxígeno de Zell fortalecerá el sistema inmune restableciendo la mitocondria celular sana y además el metabolismo y respiración celular. Mediante el uso de Oxígeno de Zell junto con uno o más antisépticos naturales, como las capsulas de hoja de olivo o plata coloidal, se podrán obtener resultados más rápidos a través de una eliminación permanente de micro organismos patológicos.
5 Remedios Caseros para Desinflamar el Hígado
Afortunadamente, existen unos cuantos remedios naturales para prevenir, y también ayudar a tratar, la hepatitis A. Estas opciones van desde cambios en la alimentación a manejar estrategias para ayudar a evitar contraer la enfermedad en primer lugar.
1. Ten una alimentación buena y equilibrada
Una de las cosas más importantes para ayudar a tratar los síntomas de la hepatitis A es aferrarse a una alimentación antinflamatoria y bien equilibrada. Comer alimentos antinflamatorios pueden ayudar a regular el sistema inmune y permitir que tu cuerpo sane rápidamente. Estos alimentos también son ricos en antioxidantes, vitaminas, minerales y grasas sanas que son vitales para la recuperación del cuerpo.
Aquí tiene un desglose de los alimentos que debería consumir a diario, especialmente cuando su cuerpo se esté recuperando de una infección como la hepatitis A:
- Verduras de hoja verde como la col rizada, espinacas y acelgas
- Verduras frescas como el brócoli, repollo, apio y remolacha
- Tubérculos como la batata y la zanahoria
- Fruta fresca, especialmente los arándanos, piña y frutas cítricas
- Carne orgánica y peces salvajes
- Frutos secos y semillas, especialmente nueces, semillas de chía, de cáñamo y linaza
- Especias antinflamatorias como la cúrcuma, cayena y jengibre
- Grasas saludables, especialmente los aguacates, ghee, aceite de coco y de oliva
- Caldo de huesos
- Yogur rico en probióticos y kéfir
- Cereales sin gluten como la quinoa, arroz integral, avena y mijo
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Mientras se combaten los síntomas de la hepatitis A, e incluso después de su recuperación, manténgase alejado de alimentos azucarados, procesados y empaquetados, y alimentos que contengan carbohidratos refinados. Esto solo le provocará inflamación y puede debilitar su sistema inmune.
2. Manténgase hidratado
Para tratar los síntomas de la hepatitis A, debe mantenerse hidratado bebiendo mucha agua y otros líquidos durante todo el día. Esto es especialmente importante si sufre de diarrea y vómitos, lo cual significa que está perdiendo líquidos rápidamente.
Cuánta cantidad de agua necesita beber depende de su peso, gasto urinario y el tiempo. Pero como regla general, deberá tomar entre 1.5 y 2 litros de agua.
3. Descanse bien y reduzca el estrés
Para que su cuerpo combata el virus de la hepatitis A, debe asegurarse de que su cuerpo descansa bien – unas ocho horas cada noche – y reducir los niveles de estrés. De hecho, algunas investigaciones demuestran que el dormir influye, en gran parte, en las funciones inmunes. Si usted se siente débil y cansado, no se esfuerce. Descanse su cuerpo para recuperarse del virus.
4. Pruebe aceite de menta
El aceite de menta solo puede usarse para aumentar su energía y deshacerse de las náuseas, uno de los síntomas más comunes de la hepatitis A. El aceite de menta se suele usar para reducir las náuseas postcirugía y durante el embarazo.
5. Beba té de jengibre
Puedes usar jengibre para reforzar el sistema inmune, limpiar el sistema linfático y ayudar al cuerpo a deshacerse de toxinas y residuos. Tanto la raíz de jengibre como el aceite esencial de jengibre pueden ayudar a una gran cantidad de problemas de salud por sus respuestas antinflamatorias e inmunonutrientes. Utilice jengibre para aliviar las náuseas y malestar estomacales, dos síntomas comunes de la hepatitis A.